Ironman 70.3 Barcelona 2021

 

La proximidad, el bono que tenía de la franquícia Ironman por gastar y el circuito por el Montseny que tanto me gusta, me decantaron a finales de 2020 apuntarme a esta prueba. Finalmente me encontré que ya no se hacía el precioso y exigente circuito por el Montseny y pásabamos todos al circuito plano de la N-II. No me va mal, pero no era lo que buscaba, y más con los antecedentes de drafting de esta prueba. Es mi 8ª participación en esta prueba y conozco de sobras de qué va la prueba, lo grande que es y el buen ambiente internacional que hay, pero por contra la mala reputación sobre los pelotones en el segmento ciclista.

El día amanece con mucha humedad, por suerte sin lluvia pero con un viento muy muy fuerte, que hace que el mar tenga fuerte corriente y oleaje, con lo que el organizador, con buen criterio, decide recortar la natación a 900 metros (aunque reales eran unos 600-700). Me situo, como de costumbre, en primera fila para después evitar situaciones de draft en la bici y nado por fuera para no molestar a nadie. Me cuesta entrar, pues dos olas me hacen tragar los dos litros de agua que recomiendan al día, yo ya lo tengo en 10 segundos. Sales no me iban a faltar..
Tras varios parones y algo de ansiedad por algún que otro golpe y el estado de la mar, consigo salir del agua en poco más de 11minutos, el 20º de mi grupo de edad y con ganas de pillar la bici. Los primeros km siempre son fáciles, pero en esta ocasión sabíamos que íbamos a tener fuerte viento en contra a la ida, con lo que había que guardar algo para la vuelta, y también para la carrera a pie.

Me sentía bien, rodando sobre la bici acoplado, y en el punto de giro de Argentona me pongo a contar cómo voy en carrera, pues en un lugar de ida y vuelta. Cuento 45. Al final de la bajada de unos 4-5 km, voy el 65. Me han adelantado dos pelotones de unos 10 cada uno. Desesperante... Y así todo el rato, yo luchando en solitario contra el viento, y viendo como me van adelantando poco a poco grupitos que se aprovechan del rebufo, que con el vientaco que hacía, era una ventaja muy importante.
Por fin llego al punto de giro de Montgat con poco más de 33km/h de media, que si comparo con otras referencias, se ve claramente que mi esfuerzo fue en solitario. La vuelta, algo tocado de piernas, fue con el mismo viento pero a favor, iba a 43km/h más o menos todo el rato sin mucho esfuerzo. Acabo la bici en 2h32, a 36,40 km/h de media, muy mejorables sin tanto viento. Posición 13 de mi grupo. Nada más bajarme de la bici, patas como palos sin saber si iba a poder aguantar 21 km con ese dolor.

La carrera a pie, pues la verdad que inesperadamente bien, conseguí mantener un ritmo constante de 4'30 aprox hasta el km 15, con la sensación de ir bien, casi sin dolor articular y a la par que la primera chica, que cómo llevaba la bici abriendo paso pues los ánimos que le daban a ella, yo me los atribuía también.
Pero en el punto de giro a falta de 5km para meta, mis piernas dijeron basta, y el ritmo medio subió hasta hacerme bajar la media total a 4'40"/km, para hacer 1h37 en la media (mi mejor tiempo en Calella) y el buen ritmo me hizo mejorar alguna posición más y colarme en el top-10 de mi grupo, por primera vez en mi vida en una prueba Ironman. Así que muy satisfecho de mi rendimiento, independientemente de la posición y de las trampas de los otros. Después de una parte final del verano con alguna que otra molestia e incertidumbre de si iba a poder rendir a mi nivel, la prueba despejó todas las incognitas y me dieron más moral para lo que aún queda.