Tenía la inscripción del 2020 que se pasó automáticamente a este año por el Covid, pero solicité un cambio a corta, que se ajustaba más a lo que buscaba.
Salida en el primer cajón y busqué estar siempre en las primeras posiciones del pelotón (150 en esta primera tanda, de un total de cinco) para evitar caídas... sabía que la "tachuela" de Can Bordoi podría ser un elemento de corte y así fue, por los pelos lo pasé en el primer grupo ya con las pulsaciones a mil.
La aproximación al inicio de Collformic fue a un ritmo endiablado y sinceramente, aún no sé como libré una montonera que hubo cuando íbamos a mas de 50km/h, caídas alrededor mío y ni sé como no me fui al suelo... acabar la mañana en el hospital cuando se va a hacer una marcha no es el mejor de los planes, pero es que hay gente que no sabe ir en pelotón o que se relaja demasiado, y el daño que puedes causar es muy alto.
Al final del descenso, mientras repetaba un semáforo, me alcanzan 3 más, cosa que agradezco pues así la aproximación hacía Collsacreu se hace más llevadera. En la subida pruebo fuerzas para ver cómo van los rivales, pero no me marcho, aún queda la bajada y posterior subida al "pollastre".
Es cuando iniciamos el pollastre que cargo plato y empiezo a incrementar ritmo paulatinamente, hasta que consigo soltar a mis compañeros de grupeta, y ya así hasta meta. Poco más de 33km/h de media, que para 1400d+ en 93km está muy bien.
La verdad, bastante desangelado el ambiente de la corta una vez tomado el desvío, y además bastante peligroso el circular en pelotón, ...no sé si repetiré... Aunque el resultado final fue muy bueno, el verdadero premio fue llegar intacto a casa.
