Paralela a la carrera 5 CIMS en Corbera (27km por montaña) se disputaba esta carrera de 10km y con poco más de 320m de desnivel positivo, que no entraba en mis planes, pero como este año la causa benéfica de los organizadores era colaborar en la construcción de una escuela en Kerewan (Gambia), y mi cuñado Carles y sobrino Marcel están muy implicados (éste año vuelven por segunda vez a Gambia), en el duatló de Cerdanyola del año pasado colaboramos con ellos, la semana pasada me comentaron que irían y decidí apuntarme y probar.
Como no me quería meter la paliza de 27km por montaña (ni estoy preparado ahora mismo) pensé que la opción de 10km estaría bien, aprovechando la "experiencia" cercana del km vertical del club de la semana pasada. Tenía en la mente y en las piernas los ritmos de cómo subir por paredes en la montaña.
Me coloco en primera fila en la línea de salida, pues el primer km es
urbano y tendiendo hacia abajo, y quiero llegar bien a la zona del río,
que comentan que está con placas de hielo. Y así es, paso el primer km
en 3m28 y entre los 10 primeros, con el pulso no disparado del todo,
pero con las manos totalmente congeladas por el frío (habían 1-2ºC).
En cuanto pisamos monte, el grupo de 5 que comanda la carrera se va para delante, y detrás quedo inmerso en un grupo de 4, para intentar entrar en el top10. Aunque va picando para arriba, tengo buenas sensaciones y mis Hoka de montaña (las únicas que tengo específicas de monte) son un seguro de vida para no resbalar en el húmedo pedregal por el íbamos corriendo.
Sobre el km 5, selecciono el grupo de 4 y nos quedamos en la mitad, así que creo que puedo asegurar la posición para lo que queda de carrera, pues delante no veo a nadie, y a los de atrás los he distanciado. Con un chabalín de poco más de 20 años me jugaré la 6ª posición.
Voy marcando el ritmo en las subidas pero no logro descolgarlo, y sobre el km 7 ya empezamos a bajar, momento en el que le digo que pase delante, que mis rodillas de 46 años no pueden competir con las suyas, en poco más de 1' le pierdo de vista, era de la zona y se conocía el terreno al dedillo.
Consigo subir al podium por
primera vez en una carrera de montaña, aunque tenía comida y no me quedé
a la entrega, ya me dijeron los de la organización que me harían llegar
el trofeo, que ilusión hace ! Parece que seguimos en buena forma este
inicio de temporada, sin buscar ritmos altos ni hacer nada específico,
el cuerpo está respondiendo como nunca.