Duatlón de Cerdanyola, campeonato de España 2016

Me ha costado varios días escribir unas líneas sobre el duatlón de Cerdanyola. Demasiados momentos, emociones, anécdotas, vivencias... Éste proyecto (el del duatlón) nació hace 5 años, en el que edición tras edición -creo- íbamos superándonos y mejorando la prueba. 
Hace dos años, decidimos presentar candidatura al camp. de España 2015, pero Soria ya tenía la candidatura adjudicada y nos dieron un clasificatorio y la sede del campeonato para el 2016. Éste hecho fue muy positivo, tuvimos un año más para buscar apoyos, financiación (un evento de este tipo debe partir con una ayudas económicas importantes, o creas un buen pufo en el club), definir bien el proyecto y empezar su difusión. El clasificatorio fue muy bien, y ya vimos, conforme se acercaba la prueba de 2016 que la dimensión de la prueba y la repercusión iban a ser enormes. 
Conseguimos la implicación del ayuntamiento para traer la prueba al centro de la ciudad y que en dos días se cambiaran coches por bicis. Muchas -muchísimas- horas del tiempo libre destinadas a reuniones, definición y perfeccionamiento de los circuitos, pensar hasta en el último detalle... Debíamos estar a la altura de tan grande acontecimiento, muchas miradas iban a estar puestas sobre nosotros. 
Conforme se acercaba la fecha, más tiempo de esas tardes se consumía y nos acercábamos al precipício... Movilizamos a nada más y nada menos que 400 voluntarios los dos días para tener (conjuntamente con 25 agentes de Polícia Local) un circuito seguro y sin posibilidad de situaciones de peligro, intentando a la vez garantizar la movilidad de la ciudad. No fue fácil pero lo conseguimos. El equipo de trabajo (en total 9 personas) tenían cada uno definidas sus responsabilidades y había confianza ciega en cada uno de ellos, si un tema era de alguien, el resto nos despreocupábamos. Trabajo en equipo al 100%. Cabe decir que ante cada problema, incidencia, cambio, siempre siempre siempre, por la buena disposición de todas las partes, había una solución. 
No nos podemos quejar en ese sentido de nada. El viernes previo a la prueba llovía, pero sabíamos que el fin de semana -el único parámetro que no controlábamos- haría buen tiempo. La lluvia sólo nos retrasó un poco en el montaje. Fue un día de locos. Coordinar todas las entregas de última hora, montar boxes, zona de meta, recibir a jueces y oficiales de la federación, reuniones técnicas, habiliar secretaría técnica, entrega de dorsales. El día pasó en un abrir y cerrar de ojos! Sábado, primer día de competiciones y ya nos despertamos con pocas horas de sueño. Arrancaron las competiciones y poco a poco, los nervios se iban calmando. 
El paratriatlón nos haría romper el hielo del fin de semana y Las pruebas cadetes; numerosas, cortas y explosivas nos pusieron a prueba, salvándolas con nota. Los comentarios fueron altamente positivos reconocimiendo la buena labor. Habíamos pasado la mañana! Llegaba la tarde del sábado con las pruebas más numerosas (grupos de edad sprint y corta) y con el grupo de competidores más exigente. La confección de las salidas por tandas pusieron a prueba el diseño del circuito y de las salidas. No puedo negar que alguna situación tensa hubo, pero supimos reaccionar al momento y salvarla. Cosas del directo. 
El sábado nos dejó ya muchas imágenes para el recuerdo. Sprints ajustados para ganar el campeonato, situaciones de superación personal en todos y cada uno de los paratriatletas (los auténticos héroes del fin de semana), la plaza del ayuntamiento, calles colindantes y área de transición a reventar de gente... Este club es tan grande que incluso alguno de sus miembros ayudaba por la mañana y competía por la tarde. Cuando acabó el día, el cansancio y sueño acumulados, conjuntamente con la tranquilidad de que todo estaba saliendo muy bien, me permitieron dormir 7 horas seguidas. Mi cabeza lo necesitaba. Llegaba el domingo, el día fuerte en cuanto a repercusión mediática, pues se decidían los títulos Junior, sub23 y sobretodo élite. 
Debo decir que si el viernes fue stress, el sábado un no parar para arriba y para abajo; el domingo fue un día para disfrutar. Y creo que así fue para todo el staff que conformábamos el equipo director del duatlón. Con todo controlado y rodado del día anterior, pude disfrutar de todas y cada una de las carreras moviéndome por todo el circuito, echando una mano donde hacía falta. Mucha presencia de medios acreditados, televisión, fotógrafos, curiosos del pueblo que salieron a la calle, deportistas de cerca de la zona que se acercaron a ver a la élite....en el momento de la salida el centro del pueblo, un domingo a las 12 de la mañana estaba a petar! 
Mucha emoción en cada una de las pruebas que se fueron desarrollando sin problemas, y en un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos en la ceremonia de entrega de premios. Todo había pasado. Recibimos felicitaciones por todas partes: participantes, acompañantes, oficiales, público, instituciones, daba igual de donde vinieran, todos se sintieron bien tratados y marcharon encantados... Llenamos hoteles, restaurantes, comercios y también me gusta pensar que ésta prueba ya forma parte de un cachito de la historia personal de cada uno que se desplazó aquí para disputar el campeonato. 

 Ya sólo nos quedaba desmontar, despedirnos de los jueces y oficiales (he tenido el inmenso placer de conocer a personas extraordinarias, aunque me faltó tiempo para charlar pausadamente con algunos de ell@s) y esperar a ver repercusión en prensa y valoraciones. 

Una experiencia irrepetible, única y que dejamos como legado para la ciudad. Muchas gracias a todos los que lo hicisteis posible, sin vuestra ayuda y colaboración no hubiera sido posible. Aún y el trabajo que ha significado, si tuviera la posibilidad de volver atrás en el tiempo, volvería a hacerlo. Y me dejo muchas cosas en el tintero, seguro. Como ya dije, unos socios volcados con su club, un club volcado con su ciudad, y una ciudad volcada con el duatlón.