Dos meses desde que acabó la temporada y dos meses sin colgarme un dorsal. No hubo un parón de entrenamientos, pero sí de intensidad y cantidad. Han sido dos meses muy light, con poco más de 5 horas de entreno a la semana, en los que me he limitado a hacer mantenimento y apenas he tocado agua una vez al mes. Para afinar luego, primero hay que desafinar, y cuando relativizas para qué haces esto, priorizas otros aspectos de la vida en épocas valle de la temporada del triatlón. Ya vendrán meses con algo más de dedicación y entreno.
La gran notícia es que el DOLOR en el tendón de aquiles derecho que me ha perseguido durante toda una temporada de entrenamiento, competición, e incluso vida cotidiana, hace como 3-4 semanas, así sin más, se fue. Dicho dolor no me impidió hacer ninguna competición, pero si me limitó a la hora de entrenar: no más de 2-3 días de run a la semana, y nunca más de 50min de rodaje. Ya no recordaba lo que era correr sin acordarse de sentir dolor. En ocasiones tengo molestia, pero nada comparado a lo que he sufrido desde la maldita y tonta caída en el tri(du) de Gavà 2012, donde me clavé el plato de la bici en el sóleo al caerme de la bici camino de boxes.
Los entrenos grupales con el EQUIPO del Cerdanyola CH este año han dado un salto de calidad, además de contar con la planificación completa de Sir Guillem, gracias a las gestiones del club, podemos entrenar al menos una vez al mes en las pistas de tartán de St. Cugat (sin coste para los atletas), a falta de que algún día las instalaciones de Cerdanyola sean algo dignas. Cuando uno está a gusto con lo que hace, y se rodea de gente que también lo está y además lo valora, se consigue la mejor atmosfera posible. En eso el club también ha dado un salto importantísimo de calidad esta nueva temporada.
La series en pista cada vez van tomando más seriedad e intensidad, e incluso en ocasiones me permito el lujo de acabarlas todas. Los ritmos cada vez son mejores, pero consciente del poco entreno y de lo lejos que está aún la temporada de tri, vamos poco a poco, pero con buena letra. Qué buena grupeta que nos juntamos los martes y jueves!
Así que este sábado, tras colaborar desde primera hora con el montaje del cros, decidí probar con un dorsal a ver qué sensaciones tenía, de cara a la S. Silvestre de St. Cugat, en poco menos de 2 semanas. Este año el cros pasaba de 6km a 9km, con lo que la compración con la edición del año pasado, tendría que ser al paso por la 2ª vuelta de las tres de las que constaba.
No había muchas ganas después de estar toda la mañana de pie, pero al dar la salida, las piernas respondieron. Sin saber de posiciones ni tiempos finales, la valoración es satisfactoria, pudiendo acabar la prueba a 3'57"/km de media, que para ser un circuito no plano y revirado, no está mal. El paso por la segunda vuelta (6km) se acercó mucho al tiempo final del año pasado del cros. Anaïs también repitió respecto al año pasado, 250m en una vuelta a la pista.