Ha pasado un mes de octubre lleno de obstáculos que hemos podido ir salvando (por suerte), pero el parón deportivo ha sido absoluto. No recuerdo haber estado más de 4 semanas totalmente parado, pero la caída de Gavà me dejó sin poder nadar, ir en bici y mucho menos correr.
Ya hemos comenzado, con la llegada de noviembre, a sacar burbujas bajo el agua, sentir el viento en la cara dando pedales, y a dar tímidas zancadas a pie. En esta última disciplina aún tendré que tener algo más de paciencia para poder disfrutar del running, las cicatrices no están del todo cerradas y aún hay algo de molestia, pero al menos, ya nos vamos moviendo bajo una rutina nadando y en bici.
Con este panorama (me da la sensación de haber perdido un año en blanco), no me veo con un dorsal puesto hasta bien entrado 2013. Lo importante ahora es no tener prisa, hacer una buena base y pensar cuándo y dónde son las competiciones imporantes, que nos servirán de guía para elevar el grado de motivación en cada entreno diario. Empezamos !!!