Tourmalet

Seguramente no es el puerto más duro de los pirineos, ni el más bonito, pero sí el más mítico y el que más ilusión me hacía subir algún día. El pasado 6 de julio, con bastante niebla en los últimos 4 km de ascensión y librándome de la lluvia de toda la zona por muy poco, pude coronar este coloso.

La subida va de menos a más, el paisaje más bonito para mi, el central, aunque lo cierto es que en la cima poco pude ver. Los últimos km son terroríficos, desde que pasas la Mongie hasta arriba, con pendientes muy fuertes, a destacar el último km con rampas del 13% que te acaban de rematar si te has pasado antes.