
Aunque el molesto viento quiso ser protagonista (ya sabéis, en la bici todo da por culo menos el viento) pude completar mi primera salida por encima de los 30 km/h de media. Bién! Cada metro, cada pedalada, las sensaciones son mejores, y es que cuando se está tan mal, no se puede hacer otra cosa que no sea mejorar. Poco a poco, con buena letra, que en algo menos de dos meses tengo ya las primeras competiciones a la vista: el triablón B de Banyoles (25 abril) y la cicloturista Terra de Remences (la larga, 175 km).
Un destacado y beneficioso efecto colateral de empezar a hacer bici regularmente es que a pie las molestias en los sóleos han remitido, y es que no hay nada mejor que los entrenos combinados.., la semana pasada ya pude hace 55km a pie por Collserola sin molestias, aunque es demasiado tarde para recuperar terreno, veremos hasta dónde llego el domingo en la maratón...
