Bye bye Calella

Esta mañana, cuando me disponía a realizar la sesión de bici larga de esta semana, a tan sólo 5 km de casa y a menos de 1 minuto de haberme encontrado con Esteban, el mojado asfalto de una rotonda ha provocado que la rueda delantera de mi bici patinara, con lo que mis huesos han acabado en el suelo.

Un dolor intenso en la clavícula-hombro presagiaba lo peor, y si bién al final no hay rotura ósea, los servicios médicos de urgencias de la Quirón han confirmado una luxación acromioclavicular en el hombro izquierdo que me tendrá 3 semanas con el brazo izquierdo inmobilizado, con lo que me pierdo Calella. De esta triste forma pongo fin a la temporada 2009.