Cuidado que la montaña engancha...

Ya me lo advirtieron antes de hacer la prueba de Aiguafreda, y hoy, aún con algo de agujetas en los cuadriceps, ya me he planteado hacer una nueva prueba para el 3 de mayo, con el suficiente margen como para recuperarme bién para el Half Challenge Barcelona-Maresme.

En concreto serán 22,7 km por la zona del Ripollès, un 75% por senderos de montaña y con un desnivel total de 2740 metros (positivo + negativo). Algo parecido a lo que nos encontramos en Aiguafreda pero con otro formato, no tanto sube-baja-sube-baja-sube-baja, sino más bién sube-baja. Hay que probarlo también para ver a qué formato me adapto mejor.

Así que ya sabéis, si queréis probarlo no dudéis en apuntaros a ésta carrera, que promete. Go-up!