
Lo que en principio era una sesión para intentar descontracturar mi gemelo izquierdo, acabó siendo una sesión de sado-maso al más puro estilo Jesus Sanz por todo el cuerpo.
La conclusión: tengo los isquios demasiado cortos y eso me repercute en toda la cadena posterior. Solución: hay que estirar, estirar y estirar.
Aprovechando este parón de competiciones estivales y que hay poco volumen de entrenos (más que nada por la falta de ganas tras cumplir los objetivos 2008), destinaré más esfuerzos de los habituales a una rutina de estiramientos, para ganar un poco de elasticidad. Según Jesús, estoy aprovechando un 50% de mi rendimiento por mi poca elasticidad. Depende de mi...