Llegué al viernes con sólo 2 h de entreno, con una semana marcada por un bajón físico y anímico importante. Me ha costado horrores cerrar la semana con 9h de entreno.
Por suerte, todo lo malo pasa y la sesión de carrera bajo la lluvia en la carretera de las aguas (nunca mejor dicho) del viernes tarde y la salida en bici del sábado han sido regeneradoras de cuerpo y mente.
El sábado me volví a encontrar de nuevo bien dando pedales, acabando la sesión "corta" de 130km con mucha fuerza en las piernas. Los últimos km de la autovía nos dejaron el cuerpo al rojo vivo, con las orejas bien calientitas...